El equilibrio de las grasas es un criterio que se aplica únicamente a las materias grasas (mantequilla, margarina, aceite) conforme al método de calificación del NutriScore.
En vez de analizar la cantidad de grasas saturadas como en los otros productos, se analiza la calidad de las grasas, a saber la ratio de grasas saturadas frente al conjunto de grasas.
El equilibrio de las grasas es bueno cuando la tasa de grasas saturadas frente al conjunto de grasas es baja. En efecto, aunque son necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo, las grasas saturadas se consumen hoy en exceso, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.